Sin miedo, las clínicas dentales son cien por cien seguras frente al coronavirus
Tras casi nueve semanas desde que se declaró el estado de alarma, las clínicas dentales van recuperando poco a poco su normalidad. A pesar de que la crisis sanitaria motivada por la COVID-19 obligó a echar el cierre a las consultas dado el confinamiento decretado a raíz del estado de alarma, muchas de ellas continuaron atendiendo urgencias para evitar la derivación de estas últimas a un sistema sanitario sobrecargado por la pandemia y establecieron servicios de teleasistencia para atender por videoconsulta, fundamentalmente a pacientes intervenidos poco antes de que se declarase la crisis.
Porque si de algo pueden presumir las clínicas dentales es de su máximo nivel de seguridad ante riesgos por exposición a fluidos biológicos e infecciones, puesto en marcha a raíz de otras crisis sanitarias anteriores que ya marcaron un punto de inflexión en la clínica dental. Efectivamente, nos referimos al VIH y las hepatitis B y C.
El VIH y las hepatitis prepararon a las clínicas dentales para la Covid-19
Gracias a los tratamiento antirretrovirales, el VIH ha dejado de ser una enfermedad mortal para pasar a ser una enfermedad crónica. En la última década, se ha duplicado el número de personas que viven con el VIH, siendo mayor de 50 años la edad media de los afectados. Se calcula que entre 140.000 y 170.000 personas viven en España infectadas por el VIH, de las que aproximadamente una de cada cinco (18%) no está diagnosticada. Como cualquier persona, los pacientes VIH-positivos también se preocupan de su salud bucodental y aunque por la propia influencia negativa de su enfermedad son muy propensos a padecer problemas de caries y enfermedad periodontal, la mayoría de sus consultas no están relacionadas con estas manifestaciones orales de la infección por el VIH, sino con tratamientos odontológicos convencionales.
En el caso de las hepatitis, si bien todos los profesionales sanitarios están vacunados de forma sistemática contra la hepatitis B, es la hepatitis C (VHC) la que presenta más dificultad de control, dada la inexistencia de una vacuna eficaz y la mayor resistencia del agente infeccioso. Los síntomas de la enfermedad pueden ser inespecíficos en algunos casos o no presentar síntomas, calculándose que en nuestro país hay alrededor de 50.000 personas con hepatitis C que no saben que la padecen. Aunque el foetor hepático (tipo específico de halitosis), gingivitis y hemorragias suelen ser complicaciones frecuentes en enfermos de hepatitis C, estos cuadros pueden cursar de forma tan leve que no se asocien al VHC.
En la clínica dental ya éramos tratados como potencialmente infecciosos antes del coronavirus
Leído así, suena fuerte y duro. Pero, dada la incidencia de VIH y hepatitis y aplicando simples criterios científicos de posibilidad, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la American Dental Association (ADA) determinaron que los tratamientos en clínica dentales se realizasen siempre bajo medidas de precaución universales. Es decir, que dado que todos los pacientes y los trabajadores de clínicas dentales están expuestos a una gran variedad de microorganismos, a través de la sangre, las secreciones respiratorias y bucales, para evitar el riesgo de contagio –hacia el personal sanitario– y de infección cruzada –para el resto de pacientes–, las clínicas dentales están obligadas a unas estrictas normas de desinfección y esterilización específicas que durante años han servido para evitar la propagación del VIH y la hepatitis, y que en la actualidad sirven de barrera y contención de la Covid-19.
Estas normas de profilaxis en clínicas dentales incluyen, desde medidas de higiene personal –lavados de manos, entre otras–, pasando por el uso de barreras protectoras –guantes, mascarillas, gafas de protección ocular, batas y delantales desechables, etc.–, hasta la esterilización y desinfección correcta de los instrumentos y superficies de trabajo. Y en ningún caso son recomendaciones nuevas, ya se realizaban con anterioridad a la pandemia por coronavirus.
El coronavirus añade medidas de profilaxis en recepción y sala de espera en clínica
Las medidas de seguridad añadidas por el coronavirus afectan sustancialmente a la recepción de pacientes: citas con horas exactas para intentar evitar la coincidencia con otros pacientes y así poder mantener las distancias de seguridad, protocolos de recepción y espera concretos que eviten los contactos físicos,… CONVOE (Colegio Valenciano de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia, Alicantes y Dentistas de Castellón) ha elaborado un video explicativo dirigido a pacientes de cómo será esta vuelta a la clínica dentales.
Sin miedo. Hay motivos para sonreír y las clínicas están responsablemente preparadas para ayudarnos a que nuestra sonrisa continúe luciendo.